Pero… ¿cuándo comenzó realmente?

Quiero creer que todo comenzó cuando tenía 11 años, justo cuando inicié mi ciclo menstrual. Nunca fue regular. Aunque si me detengo a pensarlo, quizá todo empezó mucho antes… desde que nací siendo una bebé prematura. Desde ahí, el cuerpo ya estaba marcando su propio ritmo. Sé que hay muchos bebés prematuros que crecen sanos y fuertes, pero yo pertenezco a ese pequeño porcentaje que no corrió con la misma suerte. Las enfermedades físicas, bucales y emocionales (aunque nunca al grado de necesitar medicación) fueron parte de mi día a día desde siempre. A veces pienso que debió ser más difícil aún para mis padres, con tantas visitas médicas, tantas preguntas sin respuestas claras. Sin embargo, en medio de todo eso, lo que más recuerdo con amor es a mi bisabuela. Esa mujer sabia que parecía tener un remedio para todo. Sus manos curaban, sus palabras aliviaban. Gracias a ella, muchas enfermedades duraban poco… o al menos eso parecía en ese momento. Porque con el tiempo me di cuenta de que no era tan simple. Las defensas nunca terminaron de fortalecerse como deberían. Y así pasaron los años. Veintinueve, para ser exacta. Veintinueve años de subidas y bajadas con la salud, de no poder subir de peso, de lidiar con enfermedades estomacales severas, cirugías, tratamientos, ausencias escolares… y un cuerpo que, por más que yo quisiera, nunca encajaba. Pero eso no fue lo más difícil. Lo verdaderamente duro fue crecer bajo las críticas, los juicios y las burlas. “La tabla”, “la flaca”, “pareces enferma”, “con ese cuerpo no vas a gustarle a nadie”. ¿Cómo desarrollar amor propio cuando el entorno es lo primero que te hace sentir que no vales? ¿Cómo mirarte con ternura cuando lo más doloroso viene de tu propio círculo, de quienes se supone que deben cuidarte y protegerte? Este blog, El Tiempo del Cuerpo, también nace de ahí. De todas esas veces en que me sentí rota, invisible o insuficiente. Porque sé que no soy la única. Y porque contar mi historia, sin filtros, es parte del proceso de sanación… mío, y quizás también del tuyo.

Pici Valez

5/31/20251 min read

photo of white staircase
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