El día a día de una enfermedad
Cuando el cuerpo habla… y no lo escuchamos Después de recibir un diagnóstico que no esperas, la vida te sacude. Llega la realidad, la confrontación, el miedo, y muchas veces… la negación. El cuerpo ya venía hablando, avisando en cada malestar, en cada cambio sutil. Pero ¿cuántas de nosotras realmente le prestamos atención? En mi caso, lo ignoré. Dejé pasar las señales hasta que el cuerpo dijo basta. Hasta que explotó como una bomba de tiempo. No soy la única. Sé que muchas mujeres han pasado por lo mismo. El cabello comienza a caerse, las manos sudan, la circulación falla, los periodos se vuelven irregulares, llegan las náuseas, los ascos, la pérdida de apetito… o su aumento repentino. Todo eso son gritos silenciosos del cuerpo pidiendo ayuda. Pero nosotras, por miedo, por falta de recursos o simplemente por cargar con todo, optamos por callar esos gritos. “No tengo tiempo para ir al médico”, “no tengo seguro”, “ya se me pasará”. Nos repetimos excusas porque enfrentar la posibilidad de algo grave da pavor. Y también, porque el sistema muchas veces no está diseñado para cuidarnos. Entonces, cuando por fin llegamos a buscar atención, nos encontramos con respuestas frías: “Por dejarte, ahora el tratamiento te saldrá en miles de pesos.” ¿Dónde queda el derecho a la salud? ¿Dónde está ese juramento de respeto a la vida? Claro, los profesionales merecen cobrar por lo que estudiaron. Eso no se discute. Pero el abuso, la indiferencia y la falta de sensibilidad no deberían tener lugar en un acto tan humano como curar. Lo digo desde la vivencia. Lo digo porque duele. Porque de cada 10 mujeres, al menos 2 hemos sufrido no solo una enfermedad, sino también la carga emocional de no ser escuchadas ni tratadas con dignidad. Por eso este blog. Por eso esta voz. Porque no estamos solas. Porque El Tiempo del Cuerpo también es ese instante en que decidimos escucharnos, cuidarnos y romper el silencio.
Pici Valez
5/31/20251 min read


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